Thursday, November 15, 2012

La enseñanza de las lenguas extranjeras en las escuelas públicas españolas y lo que las sociedades globalizadas solicitan.

El caso es que ahora mismo estoy en Nueva York, buscando un futuro en algunas universidades de aquí con el objetivo de estudiar un máster o doctorado sobre bilingüismo en el sistema educativo y releyendo algunas notas recordé una conversacion acerca del acento, que tuvimos en una ocasión en el aula del Doctor J.M.A. Vez JeremíasLanguage Learning and Linguistics mientras estudiaba magisterio por la especialidad de lenguas extranjeras en la USC.
Según el método de inmersión de una L2 que trata de incluir no sólo el concepto lingüístico pero también el cultural/social; yo consideraba que el acento es uno de esos aspectos no ya sólo culturales sino sociales y/o territoriales que definen una lengua y que por lo tanto se le debería dar importancia en la enseñanza de una segunda lengua
 
Comentádole estas ideas al Dr. Vez Jeremías me explicó que en su opinión el caso del inglés no es transferible a otras segundas o terceras lenguas ya que se ha convertido en una lengua franca global a nivel universal lo que le sitúa en un estatus diferente.
"Si ha llegado a esta posición es porque el mundo globalizado, en lo económico y lo cultural muy especialmente, ha decidido de la mano de los grandes mercados adoptar un medio instrumental de comunicación. Eso es el "Globish": un vehículo de mera comunicación "franca", ara transacciones con otros que no tienen la misma lengua común. Esos "otros" son la población entera del planeta, lo que implica que el "acento social", como marca de identificación cultural de hablantes nativos de diferentes estándares posee ahora un valor muy relativo y que resulta solo pertinente para tales nativos. La gente se comunica inglés sin reparar en la adopción de un acento social que le haga semejante a un determinado nativo (británico, americano, australiano, etc.) como sucedía antaño.
Un alemán habla en inglés con su acento alemán, igual que un asiático con su acento oriental, un latino con el suyo, etc. El "acento social" no tiene por qué ser un impedimento para la comunicación ya que son otros factores fonéticos y fonológicos los que sí la pueden llegar a dificultar, pero no el acento social. Nos encontramos en el medio "franco" usando un instrumento de comunicación que nos permite no abandonar nuestra "marca" de identificación de origen: nuestro acento social, al igual que nuestra forma de gesticular, nuestra forma de vestir, de..."

En la escuela pública española se enseña una segunda o tercera lengua a través de la "cultura estándar" de ese idioma con el objetivo de ser usada en situaciones comunicativas; la pregunta que imperiosamente acompaña a esta afirmación es: la cultura estándar del idioma? En un principio se centraba en la cultura británica y/o norteamericana; hoy por hoy se va incluyendo la irlandesa, escocesa, australiana... aunque el acento no se asume como importante.
Aunque se asuma que se ha avanzado en este sentido, cuál es la cultura australiana? cuál la irlandesa? los prototipos foráneos de esas culturas entiendo.
Es correcto este punto de vista didáctico del idioma? Considero que será cuando nos dejemos de centrar tanto en las culturas y más en las necesidades sociales cuando la enseñanza de una L2 sea real, y no sólo la enseñanza de un futuro bilingüismo meramente funcional, que al fin y al cabo ya es bastante.